Sachsenhausen

6.000.000 no fueron suficientes.
Nos hecharon. Bajo aquel cartel de "prohibido besarse".
Somos libres, eso es un "problema".
Somos seres racionales, eso es otro gran "problema".
Es sólo otra ducha más.
Tendiendo lágrimas.
Secando caricias.
Planchando ausencias.
Unos 65.000 secuestrados.
Las SS tampoco cubrian nada tan profundo.
El "monumento commemorativo".
El hijo de Stalin murió allí, en una jaula VIP.
Mis botines de petroleo, por tu camino de pisada obligada.
Botas Nazis.
¡Al suelo!, ¡saltad!, ¡paso de marcha!
Palos ignorando el sol, sin inmutarse.
Esto es una fortificación, al revés,
no quieren que nadie salga de aquí.
Caminos perdidos que respiran miedo en ruso.
Guías en binario.
Horcas como arboles navideños.
Tuberías de gas.
Manchas inborrables,
en el suelo de las duchas.
'Se vende' piso con vistas al holocausto.
El "monstruo verde", mellado.
Cuantos presos desearon esta imagen...
El aire acaricia el trigo amarillo, ahora. Ahí donde solo había espacio para morir de rodillas. Y solo corría aire y odio a partes desiguales.